domingo, 5 de febrero de 2017

Exposicion Alumnos de la Academia

La academia de Bellas Artes Kurutziaga junto con el Hotel Olajauregi de Durango han organizado una exposición donde se muestran los trabajos de los más pequeños de la Academia.
Gracias a la ayuda de Ruben Beneitez Perez y Juanito Aguirre junto con las facilidades que nos ha dado el Hotel Olajauregi se ha podido realizar esta exposición.
Es la primera que se realiza en este sitio y espero que no sea la última.
También es el inicio de actividades de la nueva Asociación de Creaciones Artísticas Kurutziaga
Asociación que abarca todo tipo de artes no solamente el dibujo y la pintura.
 Iremos informando de su funcionamiento.
Compartir la noticia. Muchas gracias!!!


martes, 4 de octubre de 2016

viernes, 5 de diciembre de 2014

Naturalezas muertas

La expresión a través de las naturalezas muertas 

La naturaleza muerta se utilizó durante el Barroco para reflexionar sobre la fugacidad de los bienes terrenales y de la vida, especialmente en Holanda. No es un hecho casual. 
Este tipo de pinturas exponen un auténtico dilema moral que se planteaba en la sociedad de la época: como conciliar la riqueza y la abundancia con la austeridad que proclamaba la rigurosísima moral calvinista. 
Estos cuadros también transmiten un mensaje dual: aprecia la belleza que te rodea, pero recuerda siempre que es efímera.  Hay que entenderlo no como presunción, sino como fugacidad o vacío.

El nombre de Botticelli

El verdadero nombre de el conocido pintor Botticelli era Alessandro di Mariano Filipepi. El nombre por el que se le conoce, es el diminutivo italiano de la palabra botijo, era probablemente el apodo de su hermano mayor, Giovanni, conocido por ese nombre debido a su obesidad.

Cuervos sobre el trigal: La muerte de Van Gogh



Cuervos sobre el trigales es el último y uno de los trabajos más famosos de Van Gogh. En primer plano encontramos el punto de unión de los tres caminos que parten hacia diferentes direcciones; entre ellos, los campos de trigo en todo su esplendor, iluminados por la luz nocturna que tanto atrajo a Vincent durante toda su vida. Casi la mitad superior de la tela está ocupada por un cielo oscuro, excepto dos manchas arremolinadas que se aclaran ligeramente. Los cuervos revolotean por el trigal.
El propio Vincent admitió que quería expresar tristeza y una extremada soledad cuando realizó este trabajo, transcurriendo unos delicados momentos por la dramática situación que atraviesa su hermano Theo y de la que él se siente responsable.
Es ésta la razón por la que numerosos especialistas consideran a este lienzo como una especie de testamento pictórico, anticipando su trágico destino que pronto tendría lugar. El 27 de julio de 1890 Van Gogh sale por la tarde al campo que refleja en su esplendor en todos estos cuadros y se dispara un tiro. Regresa a su habitación con fuertes dolores y confiesa su intento de suicidio. Los médicos deciden vendarle la herida pero no le extraen la bala; a la mañana siguiente. El 29 de junio fallece Vincent van Gogh, quien a través del color ha sabido manifestar sus sentimientos como pocos artistas, sirviéndose de los tonos como vehículo de expresión.

un poco de poesía para los colores



De mano de Alberti, tres fragmentos de poemas sobre los tres colores primarios.


AMARILLO

Acciono con la luz, soy un activo

cómplice de la luz contra la sombra.



Ella me dice: hermano.

Pero luego el mas mínimo

sobresalto me borra, emblanqueciéndome



Mas tengo el privilegio de ser verde

y desnudarme en otoño en amarillo.



Feliz, risueño, alegre, delicado

en estado puro.




Gualda de sol, pinturas, de Pompeya.

ROJO

Soy el primer color de la mañana

y el último del día



Lucho entre el verde de la fruta y venzo.



Lo mismo que mis otros hermanos, sometido (Giotto)

al rigor del éxtasis geométrico.



Pleno rubor redondo en la manzana.



Me llamo excitación, cólera, rabia,

estallido del día de la ira.



Me violento y subo

hasta de pronto reventar la sangre.

Coágulo cuando ya

casi mi se solidifico en negro.

AZUL

Llegó el azul y se pintó su tiempo



¿Cuántos azules dio el Mediterraneo?



Venus, madre del mar de los azules.



El azul de los griegos

descansa, como un dios, sobre columnas.



El azul Edad Media delicado.



Trajo su virginal azul la virgen:

azul María, azul Nuestra Señora


A LA PINTURA

A ti, lino en el campo. A ti, extendida 
superficie, a los ojos, en espera. 
A ti, imaginación, helor u hoguera, 
diseño fiel o llama desceñida. 

A ti, línea impensada o concebida. 
A ti, pincel heroico, roca o cera, 
obediente al estilo o la manera, 
dócil a la medida o desmedida. 

A ti, forma; color, sonoro empeño 
porque la vida ya volumen hable, 
sombra entre luz, luz entre sol, oscura. 

A ti, fingida realidad del sueño. 
A ti, materia plástica palpable. 
A ti, mano, pintor de la Pintura. 

(A la pintura, 1945-1967)

viernes, 28 de noviembre de 2014

Picasso y Gertrude Stein

Gertrude Stein era una joven millonaria americana que apareció en la escena parisina en 1903 para profundizar en su carrera de psicología. Era miembro de una rica familia de origen judío y físicamente no muy agraciada, asemejándose en primer lugar a un senador romano para parecerse después a una imagen de Buda.

A petición de Stein, Picasso comenzó un retrato de ella en 1905, pero se estuvo peleando con el rostro y sólo después de más de noventa sesiones lo consiguió acabar.
El retrato fue empezado en un estilo vinculado con la época rosa y gustaba cuando era enseñado a los conocidos, pero a Pablo no le acababa de satisfacer. En uno de sus habituales impulsos, un día pintó de nuevo la cabeza y cuando Gertrude contempló el resultado escuchó de su amigo: "Es que no la veo a usted cuando la miro". 

Luego Picasso se marchó de vacaciones a España,  realizó lienzos que enfatizaban una nueva angulosidad y geometría Así a su regreso, Picasso volvió a retomar el retrato y repintó el rostro de Stein. Sus rasgos se convirtieron en una máscara, con la boca esbozada en una firme línea, la mejilla oval y los ojos en forma de almendras asimétricas. A sus amigas no les gustaba el cuadro, pero a Stein sí, y afirmó con su típica prosa retorcida: “soy yo, y es la única reproducción de mí que siempre seré yo misma, para mí”.

La obra no fue nunca más retocada a pesar de las enormes críticas que sufrió de parte de los amigos de ambos y cada vez que esto sucedía decía: "Todos piensan que ella no se parece en nada al retrato, pero no hay que preocuparse; al final, llegará a ser exactamente así"



viernes, 21 de noviembre de 2014

La intimidad de los materiales

Los materiales utilizados en el dibujo y en la pintura han de comprenderse como prolongaciones del cuerpo. Cada material crea su específico y mágico vínculo que permite la unión íntima entre el pensamiento, la mano, el brazo y el instrumento en uso.
Los trazos más personales son los que se hacen directamente con los dedos, siendo el propio cuerpo del artista el instrumento para su expresión, nada hay más puro que las lineas trazadas en la arena de la playa. Las manos de los hombre de las cavernas, convertidas en chorreantes pinceles convertían las cavernas en hogares y templos llenos de una magia que superaba los límites de cualquier material. Los trazos a lápiz, son como tiernos besos que en ocasiones hieren mortalmente los ojos, con cruentas heridas de amor. Los garabatos, papeles sucios de sudor y manchas acumuladas por el tiempo son huellas de la intima relación con los materiales.

Toda técnica, material e instrumento es vinculo que conecta al artista, y al espectador, desde la intimidad de la obra.

Girasoles entre Van Gogh y Gauguin

Van Gogh, con su alma llena de ánimo durante su estancia en su hermosa casita amarilla de Arles y sobre todo ante la perspectiva de la visita de su admirado Gauguin, decoró su habitación con seis cuadros de girasoles.
Gauguin la describió de esta forma:

En mi habitación amarilla había girasoles de ojos púrpura sobre un fondo amarillo. Estaban en un jarrón amarillo sobre una mesa amarilla. En una esquina del cuadro estaba la firma del pintor: Vincent. El sol amarillo que brillaba a través de las cortinas amarillas de la habitación inundaba de oro toda esta magnífica flor [...] Oh, sí, el divino Vincent amaba el amarillo [...] yo adoraba el rojo

Los girasoles, se convirtieron en un símbolo de la relación entre los dos pintores. Cuando se conocieron en París, en 1887, Gauguin le pidió intercambiar el cuadro Dos girasoles por uno de los suyos.

La relación entre los dos artistas fue intensa. Se admiraban mutuamente y a la vez rivalizaban y discutían hasta que la relación terminó repentinamente de forma trágica. Van Gogh trabajaba de forma rápida e impulsiva. Gauguin prefería unos trabajos más elaborados, con diferentes estudios preliminares.

Esta experiencia estética provocada por los girasoles dio a su vez, como contemplador de la experiencia estética exaltada de Van Gogh la obra "Van Gogh pintando girasoles" de Gaugin.

La escena está tomada desde arriba. El encuadre recorta los componentes esenciales: el pintor, la paleta, el caballete y la mesa con el jarrón de girasoles. El centro del cuadro queda bastante vacío. La tela es de cañamazo con una superficie granular. Gauguin aplicaba pintura relativamente seca en una capa fina.
El retrato de Van Gogh pintando girasoles refleja la tensión entre los dos pintores. La mirada es trastornada, extiende el brazo y maneja el pincel de forma forzada como un autómata. La posición tensa es una muestra de su inestabilidad. El contraste del fondo, con líneas de color horizontal sin contenido, resaltan el ánimo del pintor. Van Gogh reconoce su estado: «Era yo realmente, tal como estaba entonces, extremadamente cansado y cargado de tensión.» Según Gauguin, la apreciación de van Gogh fue: «Soy yo realmente, pero enloquecido».

Las manchas de la última cena

"La Gioconda" y "La última cena" de Leonardo son las dos pinturas más conocidas del mundo. La primera parece un barniz envejecido mientras que la segunda ya casi se ha disuelto en el muro en el que está pintada. Como resultado del gran deterioro del muro en el que se encuentra la pintura comenzó a deteriorase casi al tiempo de ser acabada, a causa de ésto ha sido retocada tantísimas veces que y vista por tantos ojos diferentes que está desapareciendo. Cada generación de observadores alimenta las manchas de esta pared con su ideario particular, con sus convicciones y universos particulares, hasta tal punto que aunque la imagen vaya transformándose sus gestos parecen inalterables.