viernes, 28 de noviembre de 2014

Picasso y Gertrude Stein

Gertrude Stein era una joven millonaria americana que apareció en la escena parisina en 1903 para profundizar en su carrera de psicología. Era miembro de una rica familia de origen judío y físicamente no muy agraciada, asemejándose en primer lugar a un senador romano para parecerse después a una imagen de Buda.

A petición de Stein, Picasso comenzó un retrato de ella en 1905, pero se estuvo peleando con el rostro y sólo después de más de noventa sesiones lo consiguió acabar.
El retrato fue empezado en un estilo vinculado con la época rosa y gustaba cuando era enseñado a los conocidos, pero a Pablo no le acababa de satisfacer. En uno de sus habituales impulsos, un día pintó de nuevo la cabeza y cuando Gertrude contempló el resultado escuchó de su amigo: "Es que no la veo a usted cuando la miro". 

Luego Picasso se marchó de vacaciones a España,  realizó lienzos que enfatizaban una nueva angulosidad y geometría Así a su regreso, Picasso volvió a retomar el retrato y repintó el rostro de Stein. Sus rasgos se convirtieron en una máscara, con la boca esbozada en una firme línea, la mejilla oval y los ojos en forma de almendras asimétricas. A sus amigas no les gustaba el cuadro, pero a Stein sí, y afirmó con su típica prosa retorcida: “soy yo, y es la única reproducción de mí que siempre seré yo misma, para mí”.

La obra no fue nunca más retocada a pesar de las enormes críticas que sufrió de parte de los amigos de ambos y cada vez que esto sucedía decía: "Todos piensan que ella no se parece en nada al retrato, pero no hay que preocuparse; al final, llegará a ser exactamente así"



viernes, 21 de noviembre de 2014

La intimidad de los materiales

Los materiales utilizados en el dibujo y en la pintura han de comprenderse como prolongaciones del cuerpo. Cada material crea su específico y mágico vínculo que permite la unión íntima entre el pensamiento, la mano, el brazo y el instrumento en uso.
Los trazos más personales son los que se hacen directamente con los dedos, siendo el propio cuerpo del artista el instrumento para su expresión, nada hay más puro que las lineas trazadas en la arena de la playa. Las manos de los hombre de las cavernas, convertidas en chorreantes pinceles convertían las cavernas en hogares y templos llenos de una magia que superaba los límites de cualquier material. Los trazos a lápiz, son como tiernos besos que en ocasiones hieren mortalmente los ojos, con cruentas heridas de amor. Los garabatos, papeles sucios de sudor y manchas acumuladas por el tiempo son huellas de la intima relación con los materiales.

Toda técnica, material e instrumento es vinculo que conecta al artista, y al espectador, desde la intimidad de la obra.

Girasoles entre Van Gogh y Gauguin

Van Gogh, con su alma llena de ánimo durante su estancia en su hermosa casita amarilla de Arles y sobre todo ante la perspectiva de la visita de su admirado Gauguin, decoró su habitación con seis cuadros de girasoles.
Gauguin la describió de esta forma:

En mi habitación amarilla había girasoles de ojos púrpura sobre un fondo amarillo. Estaban en un jarrón amarillo sobre una mesa amarilla. En una esquina del cuadro estaba la firma del pintor: Vincent. El sol amarillo que brillaba a través de las cortinas amarillas de la habitación inundaba de oro toda esta magnífica flor [...] Oh, sí, el divino Vincent amaba el amarillo [...] yo adoraba el rojo

Los girasoles, se convirtieron en un símbolo de la relación entre los dos pintores. Cuando se conocieron en París, en 1887, Gauguin le pidió intercambiar el cuadro Dos girasoles por uno de los suyos.

La relación entre los dos artistas fue intensa. Se admiraban mutuamente y a la vez rivalizaban y discutían hasta que la relación terminó repentinamente de forma trágica. Van Gogh trabajaba de forma rápida e impulsiva. Gauguin prefería unos trabajos más elaborados, con diferentes estudios preliminares.

Esta experiencia estética provocada por los girasoles dio a su vez, como contemplador de la experiencia estética exaltada de Van Gogh la obra "Van Gogh pintando girasoles" de Gaugin.

La escena está tomada desde arriba. El encuadre recorta los componentes esenciales: el pintor, la paleta, el caballete y la mesa con el jarrón de girasoles. El centro del cuadro queda bastante vacío. La tela es de cañamazo con una superficie granular. Gauguin aplicaba pintura relativamente seca en una capa fina.
El retrato de Van Gogh pintando girasoles refleja la tensión entre los dos pintores. La mirada es trastornada, extiende el brazo y maneja el pincel de forma forzada como un autómata. La posición tensa es una muestra de su inestabilidad. El contraste del fondo, con líneas de color horizontal sin contenido, resaltan el ánimo del pintor. Van Gogh reconoce su estado: «Era yo realmente, tal como estaba entonces, extremadamente cansado y cargado de tensión.» Según Gauguin, la apreciación de van Gogh fue: «Soy yo realmente, pero enloquecido».

Las manchas de la última cena

"La Gioconda" y "La última cena" de Leonardo son las dos pinturas más conocidas del mundo. La primera parece un barniz envejecido mientras que la segunda ya casi se ha disuelto en el muro en el que está pintada. Como resultado del gran deterioro del muro en el que se encuentra la pintura comenzó a deteriorase casi al tiempo de ser acabada, a causa de ésto ha sido retocada tantísimas veces que y vista por tantos ojos diferentes que está desapareciendo. Cada generación de observadores alimenta las manchas de esta pared con su ideario particular, con sus convicciones y universos particulares, hasta tal punto que aunque la imagen vaya transformándose sus gestos parecen inalterables.

El último autorretrato de Rembrandt.

Copiar es adentrarse en la mente de otro, copiar la imagen de uno; un trabajo de introspección. La afición de los grandes pintores por los autorretratos es bien conocida. Es casi un anhelo humano conocerse a través de lo que cada cual conoce, y, desde luego, lo que los pintores conocen es la pintura, aquellos que se atreven a autorretratarse desde la sinceridad descubrirán, en su imagen aquello, que aunque continuamente presente, se halla oculto.

Es bien conocida la gran cantidad de autorretratos que nos legó Van Gogh, sin embargo la gran cantidad de autorretratos de Rembrandt son también una gran expresión de su envejecimiento, de toda su evolución física artisitica y personal.

De entre todos (casi 90), en los que se muestran diferentes momentos y enigmas de su vida, quizá uno de los más impresionantes es su último autorretrato, en el que mirada tan penetrante es obvio está enfrentándose ante el enigma de la muerte, una mirada que apenas cambia en todos sus autorretratos, aunque en este último tenga , un ligerto toque apenas imperceptible, pero presente, que refleja, la serenidad de ser el último.

Este autorretrato, es tan próximo y tan real que es seguro que no está muerto, ¡sigue vivo!, y con toda su fuerza y sinceridad, hay que ser bravo y templado para enfrentarse a la realidad de esa nariz, que el mero hecho de pintarla con veracidad parece una ofensa, Es la verdad de esa nariz la que conecta al pintor y al observador: al retratante, al retratado y al observador, que en el proceso de creación de un autorretrato es la misma persona.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Exposición de Ane Barrainkua.

Hace un par de semanas una de las alumnas más constantes de la academia, Ane Barrainkua, expuso su obra, casi al completo en la galería de Ezkurdi, en Durango. En ella pudimos ver todo su camino artístico desde sus inicios hasta la actualidad, el claro paso del tiempo en el arte.

Cada momento vital es totalmente significativo, y la obra queda como recuerdo, cada cuadro como fracción de la temporalidad fijando el instante, así como la obra al completo nos muestra la evolución, el cambio; aquello que se transforma, el camino, lo que dejo de ser, pero fue necesario para que hoy sea lo que es, aunque sea radicalmente diferente de lo que era.
Desde los primeros trazos, hasta el dominio de la técnica en la que incluir su estilo, encontramos sus diferentes motivaciones, las incontables pruebas, la selección de los colores y los diferentes estilos por los que esta artista ha pasado en su breve camino de pintora.
Con una sinceridad aplastante y una exposición total, ha sido muestra del progreso de la técnica, el interés y las necesidades artísticas de la pasión por la pintura desde la infancia hasta la edad adulta; en pocas ocasiones vemos las obras de juventud e infancia de un camino que se alarga hasta la edad adulta, el interés de dicha exposición no reside, por tanto, tan solo en la evolución de la técnica que aunque evidente es solo una prueba más del proceso de maduración humana.
No sentimos del mismo modo en la infancia que en la adolescencia o en la edad adulta, los colores elegidos y los motivos de los cuadros son muestra de ello. Del mismo modo en que la falta de conceptos lingüisticos limita al niño al tiempo que le deja libre para construirlos e ir más allá de los límites del lenguaje, la evolución de la maestría técnica es perfecta analogía para esta adquisición del lenguaje, de la madurez, de la capacidad de expresar lo deseado, de la posibilidad de transmitir nuestro universo simbólico.

Así desde motivos florales, hasta religiosos, pasando por paisajes, diferentes, copias, pruebas y obras con abstractos geométricos con diferentes combinaciones de colores, podemos seguir con una rápida mirada el camino de Ane, que deseamos siga adelante, tendiendo un puente entre su camino vital y artístico.

Dualidad floral


Capullo


Habitación de Van Gogh

 Luz y sombra

11: Atardecer

12: Cristo de la paz


Armonías


 Perdidos


 Yin-Yang


Felicidades Ane.



Principios básicos del dibujo I: El encaje

Del mismo modo en que tenemos que educar la mano para dibujar, quizá sea incluso más importante, educar lo ojos para ver. Una vez hemos aprendido a mirar y sabemos lo que queremos dibujar tenemos que aprender a ver los esquemas subyacentes que nos enseñan a identificar los rasgos distintivos de las formas de aquello que deseamos plasmar.

He aquí los modos de encaje más conocidos. He elegido una taza, figura muy simple, para poder verlo fácilmente, pero cualquier objeto puede adecuarse a estos modos.

1. Ejes de simetría: Los ejes de simetría se consiguen dividiendo el papel en medianas y diagonales. gracias e ello podremos después dibujar los objetos de manera proporcionada.

2. Estructura geométrica: la forma de los objetos puede simplificarse a partir de las forma geométricas básicas que contiene.

3. Coordenadas: Podemos controlar las mediciones para una adecuada proporción dibujando previamente horizontales y verticales que graduen la altura y anchura de los objetos.

4. Cajas: Cualquier objeto (por complejo que pueda parecer) puede introducirse en una caja.